En cualquier aspecto de la vida, como puede ser el arte de dar masaje, lo que nos va a hacer realmente eficaces es actuar desde la combinación. Utilizar los valiosos conocimientos previos y la información teórica aprendida a la vez que mantenemos la atención y la observación en servicio de lo más importante: la experiencia de lo que está aconteciendo.
No son muchas las personas que de forma natural se mueven mejor desde la intuición, en su mayoría, nos desenvolvemos más cómodos bajo las formas de lo estructurado, lo analizado y lo racionalizado. Forman parte de los fundamentos heredados de la era del desarrollo científico con los que hemos aprendido a vivir, pero hay un valor que parece no haber encajado en el sistema actual de lo mecánico y práctico: la observación de la propia experiencia.
En el MASAJE CALIFORNIANO aprendemos de nuevo a aunar estos dos hemisferios.
Por un lado la técnica, esa herramienta que nos permite trabajar con precisión y detalle anatómico, respondiendo en muchos casos a la dolencia física que trae la persona a la que atendemos y por otro lado la atención permanente, la observación abierta, la sabiduría intuitiva –la capacidad de mantenerse centrado y presente- que va a otorgar una dimensión más profunda a la persona.
En un estudio sobre el trabajo de algunos maestros de técnicas corporales como Feldenkrais, Trager o Ida Rolf, buscaron cuál es el distintivo que los hace magistrales, ya que aparentemente no desarrollaban los movimientos de forma diferente a como lo hacían sus alumnos. Sin embargo, el grado de concentración en el seguimiento de éste, la observación en el aspecto sensorial del cuerpo y la atención mantenida en la persona eran notablemente superiores.
El MASAJE CALIFORNIANO es una combinación de múltiples técnicas, basadas en principios científicos, que generan diferentes tipos de respuestas en el organismo. Diversas formas de presiones, amasados, estiramientos, movilizaciones articulares pasivas, hamacados armónicos, compresiones y descompresiones, detalles puntuales y precisos o pases lentos y profundos que movilizan el tejido conectivo y muscular más profundo son algunos de sus componentes. Todo ello envuelto y sostenido por una ola que relaja el sistema nervioso a su paso por el cuerpo y lo integra en su totalidad. Una amplia técnica que no posee un protocolo preestablecido de movimientos o secuencias.
Es aquí donde, encontrándonos desprovistos de estructura; nace la creatividad del momento único e irrepetible del que se guía por la escucha interna, despierta a la intuición y permite a las manos retomar su sabiduría.
Sin “pasos a seguir” en un principio puede que la sensación mental de seguridad se derrumbe, ya no sabremos por dónde ir o qué hacer, hasta descubrir que la única opción es mantenerse presente en la profunda quietud de la mente.
Es esta naturaleza meditativa la que permite recibir el masaje como un espacio dedicado a la exploración interna, en el que la persona tiene la oportunidad de volver a habitar su cuerpo, participando en la atención de las sensaciones que llegan, en tomar lo nuevo y soltar lo viejo con cada respiración, entregando su mente al silencio y devolviendo a depositar la confianza y la seguridad en cada proceso.
Como se puede apreciar es por ello que la FORMACIÓN DE MASAJE CALIFORNIANO, durante todo su recorrido, está apoyada en desarrollar complementariamente ambos aspectos, en un aprendizaje que ahonda en la experiencia vivencial a través de diferentes trabajos de consciencia corporal, danza y meditación, así como una amplia y variada gama de más de 70 técnicas de contacto manual.
Este es un masaje cada vez más popularmente conocido por sus efectos de relajación así como por su aportación en el aumento de la consciencia corporal o en el acompañamiento de procesos terapéuticos –como venimos tratando en artículos anteriores-.
Otros de sus beneficios que caben destacar son:
• Alivio en el tratamiento de dolores crónicos.
• Liberación de bloqueos y contracturas musculares.
• Ampliación del rango de movimiento articular.
• Reorganización de la postura
“Para poder tocar a alguien primero cierra los ojos y siente lo que hay dentro de ti”
(Massage Therapy) ROBERTA DELONG
ARTÍCULO ESCRITO POR MARÍA LUCAS PARA LA REVISTA VERDEMENTE, MARZO 2016