Todos reconocemos la reacción inconsciente cuando, por ejemplo, sufrimos un golpe e inmediatamente nos llevamos las manos con intención de calmar el dolor. ¿Qué se mueve detrás de ese contacto?
La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, ayuda a regular nuestro organismo con el ambiente exterior y nos otorga el más sensible de nuestros sentidos, el tacto, conformando un sistema de comunicación muy preciso con nuestro entorno.
Como los demás sentidos, (memoria olfativa, memoria visual…) existe una memoria táctil que almacena, recuerda y reconoce las experiencias sensitivas vividas.
La piel es un órgano que percibe y expresa, y de la misma forma en que el cuerpo se va transformando reflejando su contenido emocional –vemos como el control crónico en una persona termina rigidizando su cuerpo- a través del contacto con la piel de otra persona podemos sentir su estrés, su relajación, su tensión, su confianza…
Gracias a nuestra consciencia sensorial el masaje se puede convertir en un lenguaje -de contacto- que nos permita -entrar en contacto- con lo que el cuerpo alberga, ayudando a liberar aquellas impresiones “negativas” que quedaron atrapadas en forma de dolor muscular, bloqueo articular, sensación de pesadez, angustia… o nutriéndole las positivas, ya que como seres sociables que somos el contacto físico forma parte de nuestras necesidades en pro del bienestar, por lo que es altamente recomendable recibir sesiones de un buen masaje.
Esto es posible si existe un contacto consciente, respetuoso y amoroso.
El Masaje Californiano empezó su desarrollo enfocado en la parte sensitiva -en la autoconsciencia- experimentando y añadiendo diferentes técnicas y formas de tocar, creando un lenguaje no verbal –un medio de comunicación y expresión- a través de la respiración y la presencia en las manos. De este modo el masajista-terapeuta hace la función de facilitador, de guía, pero es la persona que recibe la que ha de realizar el trabajo interno. Este masaje es una manera de explorar a cada persona, de traer consciencia y de atender a la autopercepción.
Trabajar la percepción de sí mismo es el camino de vuelta a sentirte vital, en paz y en equilibrio –que otorga el ser coherente entro lo que siento, pienso, digo y hago-; este camino trae como consecuencia el crecimiento de un profundo respeto por ti mismo, lo que te llevará a afrontar los cambios para ir a favor de la corriente y soltar aquello con lo que estás luchando.
Entonces la tensión disminuye, la que sostiene tu cuerpo, la que endurece tus músculos, la que mantiene en posición de alerta a tus pensamientos y de defensa a tu corazón. Toda sensación de tensión disminuirá porque en verdad la tensión es una y está dentro de ti.
Si estás en tensión, todo tú está en tensión, y si sostienes esa forma durante algún tiempo es como si se cristalizara apoderándose de ti. Dejas de ser libre, ya no puedes usar la tensión en el momento necesario si no que todo lo harás –vivirás- desde la tensión.
Cuando sientas la tensión que almacena tu cuerpo, en forma de dureza, de control involuntario, de desconfianza -del agotamiento que esto supone y de lo insatisfactorio que es- te darás cuenta que no necesitas vivir en permanente tensión, y esa conciencia sola te llevará a la relajación.
“La tensión es dureza, la relajación es blanda.
La tensión es rígida, la relajación flexible.
La tensión desconfía, la relajación confía.
La tensión cierra, la relajación abre.
Llévalo al cuerpo…llévalo a la mente…llévalo al corazón”
Aunque he dedicado el artículo a la parte más sutil de lo que trabajamos a través del masaje, debo mencionar que como terapia holística que es, el enfoque permanece atento y abierto, sabiendo que materia, mente y emociones están unidos.
Por eso durante la formación en Masaje Californiano además de estudiar la técnica –una amplia y variada gama de más de 70 técnicas de contacto manual- se apoya el crecimiento personal con diferentes trabajos de consciencia corporal y meditación. De este modo el aprendizaje queda abierto a los que deseen una formación profesional como aquellas personas que busquen vivir una experiencia de transformación y sanación.
Este es un masaje cada vez más popularmente conocido por sus efectos de relajación –como escribí en el anterior artículo- aunque su aportación clave es la del aumento de la consciencia corporal, otros de sus beneficios que vale la pena subrayar son:
- Alivio en el tratamiento de dolores crónicos.
- Liberación de bloqueos y contracturas musculares.
- Ampliación del rango de movimiento articular.
- Reorganización de la postura.
Espacio Calithai Masajes (Madrid)
Maria Lucas Ruiz – Colaboradora de Spazio Masajes
Web: www.masajeterapia.net